Panamá: Apoyo forense a comunidades de acogida en el Darién

Darién, Panamá. En los primeros seis meses del 2023, más de 200 mil personas han cruzado la selva del Darién, y más de 60 migrantes han fallecido en el intento, según cifras públicas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF). Esta es una cifra superior a los 109. 293 migrantes que lo hicieron entre 2010 y 2019, y casi el quíntuple de los 33.819 de los primeros cinco meses de 2022. En los últimos 4 años, más de 600 mil personas han utilizado la selva del Darién como ruta migratoria, según la Autoridad de Migración y Ministerio de Seguridad de Panamá.

Cuando los cuerpos de personas migrantes fallecidas son arrastrados por los ríos y quedan en las inmediaciones de las comunidades y de los poblados, las fuentes de abastecimiento de agua de esas comunidades se ven afectadas ya que son estos mismos ríos de dónde las comunidades extraen el agua para consumo, labores del hogar e higiene personal. También, se encuentra la problemática de la disposición y gestión de los desechos de las poblaciones locales y de los migrantes que, en su mayoría, van a parar a los ríos, generando una contaminación ambiental que afecta, de manera primaria, a estas comunidades de acogida.

A través de las herramientas de protección de vínculos familiares, como los "reportes de fallecimiento" el Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en Panamá colecta solicitudes de familiares de migrantes fallecidos en la ruta, para hacer el seguimiento con las autoridades concernidas. Contando con el consentimiento de los familiares, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) comparte con las respectivas autoridades la solicitud de búsqueda y la recuperación de los cuerpos de las personas fallecidas. En paralelo, se acompaña y orienta a los familiares en los procesos administrativos y legales relacionados con el fallecimiento.

Con su trabajo científico, los especialistas forenses posibilitan la identificación de los cuerpos de las personas fallecidas, así como su restitución a los familiares, permitiéndoles realizar su duelo y ritos de despedida según sus tradiciones.

En este contexto, en marzo del presente año, el Comité Internacional de la Cruz Roja, en cooperación con el Municipio de Pinogana (Darién) y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entregó 'Los Módulos de Resguardo Humanitario Forense', que consisten en una edificación de 100 nichos individuales destinados al resguardo digno y trazabilidad de cuerpos sin vida no identificados de personas migrantes fallecidas en la ruta migratoria del Darién.

El CICR, a lo largo de su historia, ha dedicado esfuerzos a la prevención de las desapariciones y facilitado el contacto y reunificación entre familiares. Actualmente, el CICR realiza actividades en favor de las personas desaparecidas y sus familiares en unos sesenta países.

Jesús Espinosa, miembro de la comunidad de El Real de Santa María menciona que, "si hablamos en términos de humanidad, todos en esta vida tenemos el derecho de tener un espacio digno al final del camino." Dentro de la comunidad, los 'Módulos de Resguardo Humanitario Forense', 'Nichos' o 'Bóvedas', no sólo permiten la preservación de los restos humanos de personas migrantes fallecidas a lo largo de la ruta del Darién, sino también de las personas fallecidas de la propia comunidad que no tienen espacio ni garantía para un entierro digno. "Tomando en cuenta la situación migratoria de nuestros países vecinos y no tan vecinos, creo que todos merecen la oportunidad de ser sepultados con dignidad," menciona Jesús. Cuenta que, cuando comenzó la construcción de esas 'bóvedas' preguntó a los encargados en qué consistían las mismas - éstos le brindaron respuesta a sus dudas, señalando que el proyecto tenía la visión de poder sepultar a personas migrantes que fallecen dentro de la selva del Darién. Dichas respuestas han apoyado la aceptación del proyecto por parte de la comunidad y "esto es en favor de esas personas que lo necesitan" resalta Jesús.

Los "Módulos de Resguardo Humanitarios Forense" tienen como finalidad facilitar la inhumación individual, en condiciones dignas, de las personas fallecidas a lo largo de la ruta del Darién, no identificadas, por identificar o restituir a sus familiares.